El gobierno Mexicano r
atificó como embajador a
Francisco Javier Barrio Terrazas, del Partido Acción Nacional (PAN) ante el Gobierno de Canad. Este hombre ex gobernador de Chichuhua afirmó que los asesinatos de mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua --más de 400 hasta hoy-- era una situación “natural”, en virtud de que las víctimas caminaban por sitios oscuros y “se vestían de manera provocativa” con minifaldas.
Felipe Calderón quien el 7 de enero de 2009 le propuso al Senado de la República que Barrio Terrazas --cuya gestión de gobierno no solucionó el feminicidio en su entidad, se negó a crear una Fiscalía especial y recibió una recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por impunidad y negligencia en las investigaciones de los asesinatos-- fuera distinguido como embajador de México en Canadá. El Pleno de la Comisión Permanente aprobó el dictamen por el que se ratificó como Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de México en Canadá a quien fuera también Presidente Municipal de Ciudad Juárez y Gobernador de Chihuahua, en 1983 y 1992, respectivamente. Barrio Terrazas rindió protesta el pasado 14 de enero.
Sólo el Partido de la Revolución Democrática (PRD) cuestionó la designación presidencial y se abstuvo en la votación. El legislador del partido del sol azteca Gerardo Villanueva puso en tela de juicio no su incapacidad para acabar con los asesinatos de mujeres, sino la trayectoria del ex secretario de la Función Pública quien, a decir del diputado, “poco o nada hizo en la lucha contra la corrupción en México”.
Durante su función de este panista como gobernador del Estado de Chichuhua, Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), agrupadas en la Coordinadora En Pro de la Mujer, le pidieron la creación de una fiscalía especial para que se abocara a investigar los crímenes de mujeres. Sin embargo, Barrio Terrazas sostuvo que las “fiscalías nunca han servido”, señalando como ejemplo las fiscalías especiales para los casos Colosio y Posadas. Era 1997 y durante ese año se registraron 27 asesinatos más. También fue ese año, con la entrada de la nueva legislatura al Congreso federal, que el caso llegó hasta la tribuna de la nación y, por primera vez, el 15 de noviembre se conformó una Comisión Especial para que acudiera a Ciudad Juárez a verificar la situación de las investigaciones.
Pero terminó 1997 y Barrio Terrazas se negó a crear la fiscalía. Fue hasta enero de 1998 cuando lo aceptó y nombró a María Antonieta Esparza como su titular. Un mes después recibiría a una delegación de 15 legisladoras federales de todos los partidos políticos integrantes de la Comisión de Equidad y Género.
El mismo año de 1998 la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) atrajo el caso y emitió una recomendación al respecto, en donde señalaba impunidad y deficiencia en las investigaciones. Por primera vez en su historia la CNDH emitió una recomendación por sexismo en la investigación. Poco antes de concluir su gestión, el exgobernador Francisco Barrio señaló que los crímenes de mujeres constituyen un porcentaje que puede ser considerado “normal”.
Para el ex gobernador, hoy representante del Gobierno calderonista ante Canadá, el feminicidio siempre fue minimizado tanto por él como por el priista Patricio Martínez García (1998-2004), quienes señalaron a las mujeres asesinadas como las causantes de su propia muerte. Hoy el feminicidio continúa siendo un problema sin solución en la entidad, a grado tal que el pasado 7 de enero, el mismo día en que Calderón propuso a Barrio, las organizaciones Justicia para Nuestras Hijas y el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres presentaron ante la Comisión Permanente del Congreso del estado de Chihuahua la petición de Alerta de Género, de acuerdo con lo estipulado en la Ley Estatal de Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. La petición responde a que el feminicidio, lejos de ser un asunto resuelto, cobró ya dos vidas en la primera semana de 2009, señaló Luz Estela Castro, coordinadora del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres en esa entidad.
El documento presentado ante el Comisión destaca que no se puede permanecer indiferente ante el alarmante crecimiento de feminicidios, cuyas estadísticas “no mienten”, ya que desde el 25 de noviembre del 2008, Día de la no violencia contra las mujeres, a la fecha, los medios han reportado 20 asesinatos dolosos de mujeres, de los cuales el 50 por ciento tienen su origen en la violencia familiar.
Como afirma Lucha Castro, “los feminicidios de hoy tienen historia, una historia de negligencia, e indolencia en el caso de las desaparecidas”. Y en esa historia participaron de manera relevante las autoridades, entre ellas el ex gobernador Barrio Terrazas, que desestimaron las voces de auxilio de las víctimas. “Por eso hablamos de complicidad y negligencia”, dicen las madres de las víctimas.
Nota de CIMAC por Gladis Torres Ruiz