jueves, marzo 27, 2008

Prostituyen a Menores en Orizaba


Una red de prostitución proveniente del estado de Puebla y Tlaxcala, opera en Orizaba para explotar sexualmente a jovencitas de edades de los 14 a los 17 años, mismas que laboran en tres bares de la ciudad ubicados en el primer cuadro, sin que las autoridades municipales y sanitarias hagan algo al respecto, denunció Jairo Guarneros Sosa, representante del Colectivo Feminista "Cihuahtlahtolli". "Hace dos años detectamos nosotros una red de explotación sexual que proviene del estado de Puebla, fundamentalmente de los lugares cercanos a Tenancingo, Puebla y a Campado del Monte, Tlaxcala, que incluso a nivel nacional son reconocidos como la sede de las redes de explotación sexual que surten para todo el país". Señaló que desde hace tiempo, la agrupación detectó por lo menos a 7 mujeres que llegaron a la ciudad para prostituirse, pero en los últimos meses la cifra ha aumentado, sobretodo en mujeres que a simple vista demuestran ser menores de edad y que se encuentran entre los 14 hasta 17 años máximo.

El riesgo es que esas jovencitas trabajan sin uso de condón y cobran en promedio 100 pesos por servicio, por lo que consideró que es urgente que las autoridades en materia de salud intervengan a la brevedad posible. En ese sentido, el entrevistado puntualizó que la conducta de esas mujeres se debe a que son presionadas constantemente por el pago de una cuota diaria exigida por dichas redes, lo que provoca que ellas acepten contactos sexuales, incluso de riesgo y sin ningún tipo de protección. "Pueden provocar que a mediano plazo se incrementen considerablemente los casos de sida en la ciudad y que más mujeres que no estén dentro del trabajo sexual, sean enganchadas acá, como ya sucedió con 3 ó 4 mujeres de la región, que fueron enganchadas y llevadas a la ciudad de Puebla para obligarlas a prostituirse". Refirió que otro problema que se podría generar en caso de que las autoridades no intervengan, sería un conflicto social muy serio, pues no se descarta que las trabajadoras sexuales de Orizaba peleen sus espacios de los cuales han sido desplazadas por estas redes y por la ambición de los hoteleros. "Pueden hacer que todo el trabajo de prevención que se venía haciendo por parte del colectivo y de otras organizaciones en el estado se pueda revertir o echarse a perder". Y es que de acuerdo al entrevistado, la ambición de los hoteleros ha propiciado el desplazamiento de sexoservidoras que han trabajado en esos lugares desde hace años, pues actualmente las jovencitas generan mayores ingresos a los propietarios de los hoteles, quienes de forma indirecta ayudan a impulsar la prostitución de las menores de edad.

viernes, marzo 14, 2008


Sus hijos y ellas sufrieron maltratato por sus parejas y acudieron en vano a las autoridades, así que hicieron justicia por su propia mano. Hoy están en prisión

CAROLINA ROCHA MENOCAL / PERSPECTIVA 13
El Universal

Viernes 14 de marzo de 2008

Cuando estaba embarazada de ocho meses me golpeó, perdí a mi hijo y aún así seguí con él. Al poco tiempo me balaceó, y entonces, a los cinco días, el murió”.

Fría, inexpresiva y como si hablara de un suceso de todos los días, Ana Belén, una mujer de tan sólo 27 años de edad y única responsable de que “él muriera”, relata los motivos que la llevaron al dormitorio G del penal femenil de Santa Martha Acatitla, en el Distrito Federal.

Sin demasiados preámbulos y siempre en tercera persona explica cómo le dio un tiro a su “marido”.“Fue el miedo de sentir que iba a dejar solos a mis hijos, el pensar ¿qué iba a ser de ellos?, y él murió. La pistola era de él. Yo la tenía, le disparé en la cabeza y el balazo le salió en el pómulo derecho.” Su voz nunca se quiebra.

Describe cómo al verlo en cuclillas delante de ella, sólo días después de que el la balaceara y de que su hija resultara lastimada, se le “hizo fácil jalar la pistola de su pantalón y disparar”.Ni lo pensó. Debajo de su cabellera negra, larga y pulida, se ve una cicatriz que le parte la mejilla derecha en dos.

Y su diminuta falda devela, el cuchillazo de 15 centímetros en la pierna que su ex-marido le legó tras 10 años de relación. Reconoce que aunque se trató del padre de sus hijos —“2 vivos y 1 muerto”, aclara— ahora vive más tranquila.

Una de tantas historias

Su historia no es única en el penal. Por el contrario. En los dormitorios de las cárceles femeniles, se apilan los relatos de mujeres que pasaron de víctimas a victimarias. Al menos una de cada 10 internas de la ciudad está ahí por matar al padre o al marido. “Homicidio por razón de parentesco y homicidio con lo que podría llamarse violencia intrafamiliar. Esas son las dos grandes categorías por las que compurgan sentencias las poco más de 300 homicidas del penal de Santa Martha Acatitla”, indica su directora Luz Margarita Malo.

Explica que el homicidio es el segundo delito en importancia del fuero común y asegura que es “usual” que lleguen a ese centro mujeres que han matado a su pareja motivadas, la mayoría de las veces, por casos de violencia ejercida en su contra”.

Lupe, otra interna sentenciada por matar a su pareja, y quien prefiere omitir su nombre real “para no lastimar a su hija”, entra en esa categoría. Pero aclara que a ella nunca le dolieron los golpes. “Por lo mismo de que yo me drogaba no me importaba, pero fue entonces cuando mi pareja se quiso meter con mis hijos y eso no me gustó”.

No planeó tampoco su muerte, pero sucedió. “Mi hija me dijo cuando él la tocó —le tocó sus pechos y le enseñaba su cosa— entonces me saqué de onda” narra moviendo su cuerpo de tan sólo un metro 40 centímetros. “Le reclamé y me empezó a golpear. Se descuida y agarro el molcajete. Le pego y se cae”.

“En el suelo le empiezo a dar”, y recuerda: “pues tantas cosas que me había dicho mi hija, tantas cosas que él me hacía, que cuando reacciono estoy sentada en el sillón, él tirado y yo con mi ropa manchada de sangre”. En su caso no hubo atenuantes. Se le dictaron 20 años de prisión. Igual que Belén, quien incluso denunció en cinco ocasiones las agresiones de su marido y estuvo hospitalizada por estrangulación.

Pero el ahora difunto marido, nunca pisó la cárcel. Como miles de mujeres del país, Belén se enfrentó a autoridades y ministerios sordos. “Nada más tomaron mi declaración y ahí quedó porque nunca llegó un citatorio y luego yo regresé con él”, señala. Pero, así lo reconoció también la Directora General de Estadística del INEGI, Marcela Ete:

“La violencia en este país llega al ministerio público cuando ya es inevitable. Los trámites son complicados, tardados y los índices de arrepentimiento terribles”. No sólo eso. México carece de un registro confiable del número de denuncias levantadas por mujeres víctimas de violencia, no se tiene un conteo puntual de los ingresos hospitalarios por ese motivo y tampoco se conoce a exactitud el número de feminicidios cometidos al año.

Lo que se sabe, de acuerdo con la funcionaria de INEGI, es que América Latina es la región más peligrosa para la mujer, sólo después de África, que carece de datos de género. Pareciera, pues, que se mata o las matan. “Al generar impunidad justamente lo que me estas reproduciendo, es que la justicia se busque por otros medios” comenta Malo.

El problema, también estructural

La abogada penalista, Patricia Olamendi, refiere que en nuestro país la mitad de las legislaciones, siguen otorgándole a los hombres, penalidades ridículas que no lo los llevan a la cárcel aún cuando matan a sus esposas o a sus concubinas”.

Por ello prevalece el escepticismo, entre las organizaciones que estudian la violencia de género, frente a la nueva ley en contra de la violencia contra las mujeres que entró en vigor el pasado 8 de marzo.

“México sí tiene leyes, nada más no se aplican” “habrá que esperar a ver como funciona la nueva legislación”, indica Susan Franklin directora de un albergue para mujeres que enfrentan violenica. y advierte que en la espera, ¿cuántos golpes y muertes más se sucederán?

martes, marzo 11, 2008

GRAN FERTILIDAD!!! | LA HISTORIA DE PAMELA


CRONICA un suplemento de EL MUNDO


Con 7 (hijos) a los 16 (años)

Pamela es una joven de un pequeño pueblo de Argentina que a los 13 años tuvo un aborto; a los 14 había dado a luz a un niño y a los 15 tuvo trillizas. El pasado 20 de febrero, días antes de cumplir los 17 años, alumbró a trillizas. Los embarazos fueron de tres padres diferentes, lo cual para algunos de los vecinos de la localidad agrícola de Leones, es motivo de escándalo.

Pamela visita el Hospital de San Roque, para sus periódicos chequeos médicos y visita a las tres recién nacidas. Las criaturas se encuentran fuera de peligro, pero aún en incubadora hasta que suban de peso. Al concluir la visita de Pamela, el doctor Jorge Marguerit quien ha atendido a Pamela comenta."La gestación de trillizos es bastante común en mujeres sometidas a fecundación artificial. Pamela es un caso extraño: en cada ciclo produce de forma natural un número importante de óvulos. Sus partos han sido difíciles y el último hubiera puesto en riesgo su vida de no ser por la experiencia del equipo que la atendió. Los que la censuran son una minoría retrógrada. La comunidad en bloque se ha movilizado para ayudarla con pañales, ropa, alimentos...", dice el médico.Después del nacimiento de las primeras trillizas pensábamos implantarle un Dispositivo Intrauterino (DIU), pero su mamá Magdalena se opuso diciendo que había que ligarle las trompas, lo cual no era recomendable a esa edad. Como no confiábamos en que tomara la píldora, optamos por las inyecciones anticonceptivas que se aplican cada 21 días. Una sola vez se olvidó de venir al consultorio y a las pocas semanas de nuevo la teníamos encinta", concluye Marguerit.

En rigor, Pamela sólo ejerce a medias su maternidad. El primer hijo, Lisandro, de dos años y medio, vive con su padre en Marcos Juárez, otro pueblo de la provincia de Córdoba. De ese progenitor, obrero mecánico, se comenta que fue el gran amor de Pamela, pero que al poco tiempo de convivir se cansó de la indolencia de su pareja y, sobre todo, de las intromisiones de la suegra. Al final acordaron que el joven se quedaría con la custodia del chico y que Pamela podría visitarlo.

El papá de las primeras trillizas aceptó participar con Pamela en un programa de ayuda psicológica a parejas adolescentes y consiguió trabajo en una planta procesadora de soja. Un mes después desapareció sin dejar rastro."Para Pamela ese abandono fue un golpe del que no se ha podido recuperar. Se había vuelto más diligente e incluso pensaba en proseguir sus estudios, cuando las niñas crecieran. Todas esas ilusiones se desmoronaron", comenta Julia Lindo, asistente social. Las pequeñas Ludmila, Macarena y Camila, de un año y medio, quedaron al cuidado de una hermana que disfruta de una situación relativamente holgada.

lunes, marzo 10, 2008


Violencia contra mujeres, materia pendiente


LA JORNADA domingo 9 de marzo de 2008

Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer, establecido el 8 de marzo de 1977 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, y la entrada en vigor, ayer mismo, de la Ley de Acceso a una Vida Libre de Violencia para las Mujeres, vale la pena reflexionar sobre la situación actual de ese sector social en nuestro país.

Según datos del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, en los primeros dos meses del presente año se cometieron 14 asesinatos de mujeres en el Distrito Federal, una docena más en Ciudad Juárez, Chihuahua, y nueve en el estado de México. Lamentablemente, esta circunstancia ha sido constante en los últimos años. Tan sólo en 2006, los asesinatos representaron 3 por ciento del total de las muertes de mujeres; en el mismo año, nueve entidades federativas registraron una tasa de feminicidios por encima de la nacional. De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2006, más de 60 por ciento de las mujeres mayores de 15 años han padecido algún tipo de violencia, la mayoría de ellas en el ámbito doméstico.

Estas cifras indican que, más allá de los avances que se han logrado en materia de justicia y equidad de género, la violencia contra las mujeres continúa siendo un problema pendiente para las autoridades de todos los niveles de gobierno, que flagela de manera vergonzante y ominosa los entornos más fundamentales de la sociedad mexicana. Esta situación tiene como telón de fondo el lamentable estado que guardan los derechos humanos en general, la ausencia de políticas gubernamentales efectivas en materia de respeto a las garantías individuales y la actitud indolente de la presente administración ante los reclamos de diversas organizaciones especializadas en el tema y del conjunto de la sociedad civil. Al respecto, destacan los abusos cometidos contra mujeres por elementos policiales durante los actos represivos en Atenco y Oaxaca, las violaciones cometidas por elementos del Ejército en Castaños, Coahuila, y la muerte de la anciana Ernestina Ascensión Rosario en la sierra de Zongolica, presuntamente a manos de efectivos castrenses.

Sin embargo, la violencia que sufren las mujeres en el país no se expresa solamente en actos brutales y por demás condenables como los referidos, sino también a través de las distintas formas de discriminación y los actos de acoso sexual de que ellas son objeto cotidianamente en sus hogares y sus centros de estudio y trabajo. La sociedad mexicana tiene la obligación moral de erradicar esas prácticas, que lastran la convivencia y la legalidad en el país. Las autoridades, por su parte, además de generar y aplicar mecanismos legales que sancionen la violencia contra el sector femenino, tienen el deber de contribuir al desarrollo de una cultura de la equidad y a garantizar el respeto de los derechos fundamentales de hombres y mujeres por igual.

En suma, todos estos elementos confirman que el Día Internacional de la Mujer debe ser visto, más que como una celebración, como una jornada de lucha y reclamo por las injusticias cometidas en contra de ese sector fundamental para la consolidación y el desarrollo de cualquier sociedad humana.

SIN RESOLVER LOS CUARENTA FEMINICIDIOS COMETIDOS EN LA ZONA CENTRO POR PARTE DE LAS AUTORIDADES DE LA PROCURADURIA


Por: Jacinto ROMERO FLORES

Orizaba, Veracruz.- El integrante del Colectivo Feminista Cihuatlatolli Jairo Guarneros Sosa, dio a conocer que a la fecha la Procuraduría de Justicia en Veracruz no ha resuelto ni un solo caso de la muerte de las cuarenta mujeres que perdieron la vida en forma violenta, lo cual pone en relieve la incapacidad de las autoridades para actuar en este tipo de casos.

Con relación al Día Internacional de la Mujer a celebrarse este sábado, Guarneros Sosa, dijo no haber nada que celebrar, sobre todo y tomando en cuenta que para la mujer la vida sigue siendo la misma, en muchas ocasiones sufre maltrato, discriminación y asesinato.

Lo grave de ello, es que en la mayor cantidad de ocasiones, cuando se trata de impartir justicia, los jueces se hacen cómplices de violadores, o secretarios de las agencias, por cantidades mínimas dejan salir en libertad a quien violo a menores y mujeres, con el pretexto de que para ellos, no hay elementos suficientes para consignarlos.

Otro de los motivos, por lo que no hay nada que celebrar el 8 de marzo, es porque aun existen mujeres como Gloria Arenas detenida en una cárcel de alta seguridad, cuando su delito fue simplemente pronunciarse por el derecho de los pueblos indios de la sierra de Zongolica. En este sentido, la violencia del Estado en contra de esta mujer se ha exacerbado, poniéndole penas severas difíciles de cumplir, donde afortunadamente los comités pro libertad de Gloria y Jacobo tanto a nivel nacional como internacional, ya lograron la disminución de la pena de 49 años a 46, aceptando la entrada de un amparo; por todo eso, que se podría celebrar. Cuestiono.