En el gobierno foxista cayó el acceso a métodos anticonceptivos
En México, adolescentes y jóvenes cuentan con menos información y acceso a métodos anticonceptivos que en el año 2000.
Al comienzo del sexenio foxista la demanda insatisfecha de esos productos y servicios era de una de cada cuatro mujeres de 15 a 19 años unida, es decir, viviendo en pareja, y al cierre de 2006 –último dato oficial disponible– el rezago es de una de cada tres, o sea, alrededor de 36 por ciento de ese sector de la población.
“Se trata de un dato muy alarmante, que da cuenta de que entre adolescentes y jóvenes nuestros esfuerzos han sido limitados. Es necesario elevar el acceso a la información y mejorar los servicios de educación sexual que se imparten en las escuelas”, aseveró Elena Zúñiga, secretaria general del Consejo Nacional de Población (Conapo).
La funcionaria fue nombrada en días pasados presidenta de la Comisión de Población y Desarrollo de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Pese a las resistencias de grupos conservadores, uno de sus principales objetivos será promover entre los gobiernos el compromiso de brindar servicios e información necesarios a los jóvenes en materia de salud reproductiva y, sobre todo, que las mujeres sean atendidas sin discriminación.
–¿Hay discriminación hacia ese sector de la población por el personal médico?
–Los factores son variados, pero necesitamos vigorizar los servicios para que todo servidor público atienda adecuadamente a la población adolescente y joven en el ámbito de la salud reproductiva.
“Respecto de los embarazos en adolescentes, si bien el índice ha bajado en años recientes, no ha cambiado la edad en que se inicia la maternidad y está aumentando el embarazo prematrimonial, el cual tiene que ver con falta de planeación e información.”
En la población indígena ha sido reducida la demanda insatisfecha en algunas áreas (de 25 a 22 por ciento), pero el nivel continúa alto. La mortalidad materna está intrínsecamente relacionada con la planeación y la edad en que ocurre el primer embarazo.
Cabe señalar que, a escala internacional, el aborto no se acepta como método de planificación familiar. Lo que se admite es que cada nación es libre de conducir el tema conforme a sus leyes y marco cultural, pero se recomienda que en los casos en que se permita la interrupción inducida del embarazo –por diversas causas– se garanticen servicios de salud adecuados y seguros.
En México, expresó Zúñiga, ha disminuido significativamente el aborto gracias a los programas de planificación familiar. Entre 1974 y 2006 la incidencia bajó notablemente, con tasas de 100 mil al año, comparadas con los 2 millones de nacimientos, según datos oficiales.
“Es salud pública, y así lo reconoce la política de población. Es necesario evitar por todos los medios que las mujeres pasen por esa situación. En ese sentido, la sociedad misma necesita expresar si necesita discutir el tema”, agregó.
La Ley General de Población establece la política en la materia. Además existe un Programa Nacional de Población, en el cual se plantea “abatir las profundas desigualdades” existentes en nuestro país en materia de salud reproductiva.
“Nuestro gran reto es darle un empujón para abatir las desigualdades”, declaró Zúñiga.
En entrevista, aseveró que por vez primera las metas del Programa Nacional de Población están vinculadas con la disminución de la desigualdad más que con alcanzar metas demográficas, es decir, orientadas a disminuir la demanda insatisfecha de métodos anticonceptivos entre la población rural e indígena.
La responsabilidad
La Comisión de Población y Desarrollo está integrada por 48 países. México ha sido parte de ese grupo de trabajo desde 1994 y ahora asume la presidencia, “lo cual nos da la responsabilidad de conducir este periodo de análisis y recomendaciones en los próximos cinco años”, señaló la funcionaria mexicana.
La ONU tiene comisiones temáticas que se encargan de dar seguimiento al cumplimiento de los acuerdos internacionales en diferentes temas: población y desarrollo, y sustentabilidad y equidad de género, relevantes para la comunidad mundial.
Los pactos internacionales más recientes en población y desarrollo se incluyeron en el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (El Cairo, Egipto, 1994, donde participaron más de 180 naciones).
Los principales temas de ese programa tienen el objetivo de alcanzar el acceso universal a los servicios de salud reproductiva, lo cual implica abatir las enormes desigualdades en materia de acceso a planificación familiar, acceso a servicios de salud materna, reducir la mortalidad y dar servicios de salud apropiados para reducir la mortalidad perinatal e infantil.
Además, crear un sistema que permita a las mujeres atenderse cuando tengan problemas de fertilidad. Ello implica que las personas comprendan su sexualidad, que sean capaces de prevenir infecciones de transmisión sexual y embarazos no planeados. De igual forma, que sean capaces de criar hijos sanos.
A raíz de esa conferencia, los representantes acordaron dar seguimiento anual a dichos temas y de manera integral cada cinco años.
En 2009 se celebrará el 15 aniversario del comienzo de ese programa. Es el punto que marca “el último jalón”, porque las metas del programa de acción de El Cairo han sido fijadas para 2015.
“De aquí a esa fecha se delineará qué recomendamos a las naciones para alcanzar las metas y evaluar los avances para dar más posibilidades de desarrollo a nuestras naciones”, concluyó.
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